Un aporte enorme artístico genuino y
clásico al aspecto artístico de nuestros días, así podemos
calificar a la cinta que se destaca por lo que viene a imponer y
querer demostrar. Si es cierto que la palabra “transmitir” no es
del todo formal al querer elaborar un punto de vista crítico, es
importante mencionar que aquí debemos dejar en claro que sí logra
con ésta acción sumar y colaborar con todo lo que se presenta en el
apartado de la cinta.
Es que muchos aclaran que realmente era
la merecedora real del Oscar de éstos días ya que no fue así, pero
al menos emerge como una obra magnifica y que retiene todos los
componentes exquisitamente musicales y visuales. Es el apartado
artístico su fuerte más grande, no el de los actores en sí aunque
el aporte de Emma Stone siempre sale luciéndose, aquí nadie quiere
empañar lo que realmente quiere significar la historia.
Muy bien cuidado podemos encontrar el
detalle de que es un musical bien atendido sin abusar de éste medio
ya que para muchos puede resultar tedioso, utiliza éste recurso de
manera bien mesurada así para que pueda atrapar de manera masiva al
público general.
No está de más decir que el encanto
es lo artístico en todo momento, el peso es de un trabajo muy bien
producido y estudiado respetando las cualidades con los contrastes
que éste requiere.
La sencillez en que se desarrolla
también requiere mucho cuidado de producción ya que un trabajo de
ésta manera no es nada fácil de imponer al público de nuestros
días manteniendo una ambientación muy clásica ésto desarrollando
la trama en un suelo actual en los tiempos que corren.
No es otra película más por el genero
mismo, por la industria misma actual en la que se impone, se mantiene
un muy genuino concepto, y en lo que respecta al trabajo del
co-protagonista (Ryan Gosling) podemos encontrar un personaje en
donde el desempeño no se termina de entender si resulta flojo o bien
cuidado para que éste no sobrepase a la representación de la obra
en sí. La aparición de John Legend en el papel de un músico
profesional dentro de la industria de una especie de Pop
contemporáneo con toques jazzisticos es un ingrediente que llama la
atención a más de uno.
El ingrediente musical es de muy alta
calidad cuidado en varios aspectos y hace que sea un aporte muy
grande al significar parte imprescindible del desarrollo. La
combinación de la metodología no quiere sorprender pero sí quiere
persuadir y encantar. Vale la redundancia, lo artístico es muy
potente en todo momento manteniendo un nivel tremendo y exquisito.
Una obra imprescindible, no hay vuelta
que dar pero que probablemente no quedará como un gran referente a
lo largo del tiempo y tampoco sea algo que se rememore demasiado,
quizá por el castigo de no haber logrado el premio final que se le
negó. Pero los que más lograron comprender las intenciones y
valorar son los que llevarán su nombre muy dentro, de cualquier
manera aporta mucho y lo necesario de arte para nuestros días. La La
Land es mucho más de lo que pretende, se agradece un lavado de cara
siempre en cualquier industria artística, es de agradecer. Un 5/5
(excelente) sin ser una obra maestra, pero no pretende en ningún
momento, pretende tener identidad y pues ese es el objetivo y es muy
necesario eso antes para no terminar en convertirse en algo vanal y
que sí transmita realmente lo que quiere sin sacrificarse.
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